viernes, 6 de enero de 2012

GINO BENCIVENGA




GINO BENCIVENGA nació en Italia en 1946. Es egresado del Conservatorio de Arte Dramático de Morón. Ha publicado en poesía: La Hoja de todos / Poesía, con ilustraciones de Alberto Oris (1979), La palabra en que vivo (1996) y el Cuaderno Árbol de invierno (Colección Squeo Nº 25, 2008).




...

Los callados
que en el suelo
juntan piedras
resplandecen en la palabra.

¿Otra alegría
le será dada
al que recorre la vida
con pasos mortales?


...

Ser el que golpea la sombra
que orada los días,
que cree en la lluvia.

Busco al rostro que seguirá
                       a mi rostro,

al que camina junto a mí
al viento
que volveré a requerir
                        por la mañana.

Busco al que fui
o al que vendrá.

Lo que pertenece
expresa su itinerario.
Por la herida
algo escapa de nosotros.

¿Cuándo el rostro del horror
quedó fotografiado,
no cruzaste  la noche
con señales de otro tiempo?



...

Allá van
asomados en ida y vuelta
en el turbio viento de los días.

El sol es una piedra
que llena sus bocas.
Pasan y no se mueve
la pesada escenografía.
Es un golpeteo de puertas
anotaciones al margen del día,
rumor de contra marcha
en la herida de los sueños.


Está pasando el hombre
con su palabra de arena
en el aire queda
con el tiempo asignado:
Para el amor
La súplica
o el dolor que ronda su montón de huesos.





...

Esta tarde
en que el  mundo
recrea efigies desde el deseo,
¿qué es esto de despertar y sentir?
El tiempo me ha puesto un cansancio
de inmediatez
y enciende luces en pleno día.

Hay una larga visión de cuerpos anclados
en la orilla de las cosas,
hombres saqueados por las injusticias
son jirones en el lugar.

Esta tarde
el aire se sostiene
en un espacio de sueños cansados.
Qué otra realidad
tiene nuestra historia
sino muertos de amor y  tierra
que fueron batallas;
a todos sirvió la luz.

Palabras del ancestro
clavadas en el odio.

Piedras sobre piedras
derrotero de los hombres.

Tras el dolor,
la palabra vuelve a cicatrizar.

1 comentario:

  1. ¿Lo escucharon leer alguna vez a Gino? Su voz profunda y llena de cadencias es un regalo para los oídos. Lástima que en este blog no tengamos sonido, porque sería fantástico escuchar de sus propios labios los hermosos versos que escribió. Tal vez pronto podamos hacerlo. Mientras tanto, me conformaré con leer y releer estos poemas.

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