sábado, 7 de enero de 2012

CARLOS KURAIEM



CARLOS KURAIEM (Buenos Aires, Argentina). Es poeta, escritor y músico. Siempre alrededor de los aires y los fuertes motivos que traen la comprensión de la realidad y la necesaria mezcla de sueño y locura que nos permite soportarla, Kuraiem y el siempre renovado despertar en su tiempo, nos ha ofrecido los libros: Presagios de Guerra, poemas escritos entre los días 2, 3 y 4 de abril de 1982 y editados con fotografías de las pintadas callejeras sobre Malvinas capturadas por Lucio Consentino (1983). El Canto del Gallo Rojo -poemas del barrio- (Miller Editor, 1985 – 2da. edición ilustrada por Graciela Favot, 2004). De Laúdes y Mistoles (poemas, El Angel, 1996 – 2da. edición ilustrada por Natalia Moreyra, 2006). La Canción del Borracho (poemas 1999 – 2da. edición 2007). La rama inquebrantable -elegía- (poemas, 2004). El Hombre del Traje a Cuadros de Diez Colores que Llegó en la Carroza de los Días Patrios (novela, ilustrada por Naty Edreira, Diario N.C.O. 2004). Obra Poética Ilustrada -Antología-, incluye una selección de sus libros publicados, más el trabajo inédito Una mesa fundada con el amor de los dos, acompañados por dibujos de 17 artistas plásticos (La Luna Que, 2007), El hilo de Ariadna, poemas de amor (1º edición 2010, 2da. edición 2011, 3ra. edición aumentada, prólogo Susana Lamaison, ilustraciones Ruben Pergament, incluye algunos poemas del libro traducidos al italiano por Marcela Filippi Plaza, para la antología Buena Letra, de Editoriale Giorni, 2012). Director del Suplemento Literario El Ángel  (1995 al 2003) y Conurbano/Poesía (2005/06), integrante del grupo literario “La Luna Que Se Cortó Con La Botella; difusor de sus composiciones musicales en teatros, bares culturales y festivales de Buenos Aires; leedor de poesía contemporánea en medios radiales nacionales y locales, en 1997 es invitado a participar del V Festival Latinoamericano de Poesía de Rosario; como cantautor editó el CD “Folk Fusión Lírica” (Discos Mucha Madera) que incluye baladas, música instrumental y recitado de poemas. Buscando sacar la poesía escrita de los libros, han conocido su guitarra las palabras de Felipe Aldana y Juan L. Ortíz, logrando a la ya melodía de los entrañables poetas, la otra melodía, también inolvidable, de la guitarra de Kuraiem. Poetas amigos le están agradecido por haberlos «cantado».




Dicen
que la Señora conoce más
las calles de París
que las de su barrio,
algún día,
        sin embargo,
el río de mis versos
pasará por tus manos...

mi tristeza redonda
como una cara
mi alegría
        de pez
saltando en tu cabeza

Será temprano hoy
tarde mañana

el río de mis versos
        pasa...




El Duende



Debajo de esta albahaca
duerme Squeo
flota en el vino
de esta copa cristalina
ahora rota, su palabra
la voz grave que fue
se apaga si la callo
se aviva si la nombro
se empina sobre mi palma
su libro y su esqueleto
de hortelano
esta albahaca de cocina
entrelaza sus raíces
en el agua ensuciada
con su poco de tierra
querida odiada expropiada
trasportada en camiones lejos
repartida en terrones resiste
siempre renovada, furiosa,
inmarchita, asoma desde el vaso
y aroma al que la toca y la huele
enloquece al que la come
mojando el pan en picante salsa
o en locro de cisán
rejuvenece el aire
y los pulmones
su cálida compañía
en la luna se amasa su cara
su mágica sonrisa
su ojo estudiando a los rivales

viudas quedaron
sus mujeres
el hogar que amó,
los hijos que no tuvo
los hijos que agasajó
con su famosa tortilla de rosas
luis el insurrecto
juanele y su intemperie
lo vieron andar
con el cuerpo y el gesto
sumergido en la arena
llevando la poesía a pie
o a caballo por el desierto
de los hombres,
ardiendo
como se quema un poema
en la pira de la noche



Guitarra del 24 de marzo



Ciruela encantadora
la llamó Mounet
en el Galeón de Merlo

en la noche oscura
del país
rasgué sus cuerdas a lo "francotirador", siempre solo
-dijo De Pedro-

la usé de abrigo
escritorio
mesa
pañuelo
de mensajera
de regazo
y compañera
calor de padres
y hermanas
que alrededor de la música
cosían y reían
comentando la vez
que me llevaron los milicos
por cantar canciones
contra el gobierno

"llama en piedra
madera oscura"
te nombró en versos Omar
de mis manos al estuche
te llevo y arropo
hasta peores tiempos

y si hace falta
el juglar apedreará
las ventanas del amor
con sus baladas

1 comentario:

  1. Carlos Kuraiem, a mi juicio, es él mismo el juglar que apedrea las ventanas del amor con sus baladas. Tuve la fortuna y el honor de que fuera él quien hiciera la presentación de mi libro "Ciento un relatos que siento uno", y siempre recordaré la hermosa imagen que usó para caracterizar a los minicuentos y que nos conmovió a todos los presentes: "Un niño entra al agua y el inmenso mar rebalsa". Hoy vemos aquí más de esa prosa de decir sencillo y al mismo tiempo tan sentida y profunda. Espero que tengamos mucho más de Carlos en este blog "para que nos arrope hasta peores tiempos".

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