domingo, 8 de enero de 2012

ALBERTO LUIS PONZO




ALBERTO LUIS PONZO
nació en Buenos Aires en 1916. Es poeta y ensayista. Su obra editada está compuesta por más de treinta libros de poesía y una decena de libros de ensayo. Son sus últimas publicaciones de poesía: De ayeres y desmemorias (1998), Ramos de invierno (2001), Poemas olvidados (2004), Cuaderno Martín (2005), Lugares/En otras palabras (2005); y sus últimos ensayos editados: Juan L. Ortiz/El aura de un lenguaje esencial (2003) y Poéticas/Poetas de la experiencia a la escritura (2006).
Ha sido editor de las revistas: Vigilia, Encuentro, Mano de obra, Otros cielos (bilingüe) y, actualmente, Hojas del caminador y una edición artesanal de Minilibros de poesía. Ha sido traducido a numerosas lenguas.




EL OPRIMIDO

Qué puedo hacer aquí
cuando nadie
se reconoce en mis ropas
cuando nadie habita
mis gestos oprimidos?

Qué puedo hacer
yo que hablo el idioma de todos
para ser dueño de lo que todos dicen?

Sólo en la máscara de mi plato
el mundo se conmueve.




HECHOS VULGARES


La vida es este despilfarro
de hechos vulgares, vano
más que cruel.
Eugenio Montale


Más que crueles, pasos inocentes
en la casa, sobre los ausentes
surcos de la memoria, en las mismas
circunstancias impresas en el día,
hechos, ruidos, accidentes,
recuerdos en el polvo familiar,
en un alud de roces y murmullos.

Más que el tiempo que hoy
devora íntegramente lo que somos
y devuelve al mañana un vano ser
que recomienza el ejercicio diario,
y más que un rostro cruel y erosionado,
dejamos esta antigua constancia
de haber amado sin medida,
diría vulgarmente.



...

Este mundo yace
entre humeantes recuerdos
como una lámpara
bajo el derrumbe
de la casa.

Este hombre que pasa
busca su memoria
como un ciego
entre escombros.



...

Se han acumulado tantos días
que el último no sucede nunca
y el primero se vuelve a repetir.





LOS DESCONOCIDOS

Son esos extraviados de la tierra
que llevan su nombre en una carta
o guardan sus recuerdos grabados en los dedos
detrás de un documento inexistente.

Tienen oficios secretos
vienen o van sin darse cuenta
en un horario que el mundo desconoce
por lugares abandonados
donde nadie pregunta por el otro.

Sus contornos se fijan sobre un papel gastado
modelando la cara como un punto
los brazos sin objetos perdurables
en el olvido de todas las costumbres.

Esos desconocidos que me hablaban
que me oían a través de palabras comunes
diciendo voces que no son de ninguno
encerrando su rastro entre dos lenguas.

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